7 estrategias para acabar con la procrastinación

Ciclo de procrastinación - un bucle interminable

Procrastinación es uno de los males mas extendidos de nuestra era moderna. No sé esto existía antes, digamos hace unos 100 años, pero en actualidad es uno de los obstáculos que surge en el camino que nos lleva al éxito.

Podríamos decir que es todo un hábito que, por cierto, no está entre los 6 hábitos de gente exitosa. Este hábito merma considerablemente nuestra autoestima y motivación anulando la voluntad.

Sin embargo no hay que demonizar este fenómeno de la vida psíquica. A fin de cuentas, todo lo que surge en nuestro alma (alma en griego psique) surge por algo, tiene una razón de peso. Por lo tanto como mínimo deberíamos de parar a reflexionar en ello.

Yo diría que existe una procrastinación positiva. No es válida para todo el mundo, solo para aquellas personas que de carácter enfermizo pretenden hacer o acabar las cosas ya, cueste lo que cueste. Esta última actitud la podemos confundir con una responsabilidad plausible. No es así. Para todo debería existir una medida justa.

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Esas personas que no pueden estar ni un instante sin que hagan algo en realidad están metidos en otro bucle que es igual de pernicioso que el de no hacer nada crónicamente.

Ambos extremos no son deseables, hacen que la vida sea una permanente huida de algo: los que no paran huyen de sí mismos porque no soportan ver a sí mismos en el silencio de no hacer nada y los que no hacen nada huyen de sí mismos porque no soportan ver a sí mismos cuando llega el momento de superar los límites propios.

Pero hoy quiero comentar sobre la otra procrastinación, esa que nos impide conseguir lo que queremos conseguir.

Qué es la procrastinación

Es la acción de dejar alguna actividad para mañana, postergar, aplazar. Postergar con cierto carácter crónico. También podemos dejar para mañana cualquier asunto por la razón que sea y llegado el dichoso mañana ocuparnos de este asunto sin más.

Procrastinar es estar atrapado en un bucle de aplazamiento indefinido, casi sin solución. ¿Qué es lo que solemos aplazar?

Normalmente aquello que no nos gusta, que provoca rechazo, que supone un esfuerzo mayor al que estamos dispuestos o en condiciones de desarrollar. O también algo que nos somete a sentimientos desagradables y para evitar esas vivencias entramos en el bucle de dejarlo "para mañana".

Sin embargo existen muchas maneras de superar esta a veces no deseable situación.

7 estrategias para acabar con la procrastinación

Para poder superar este obstáculo es necesario saber los pasos que hemos de dar.

1. Escribe tu meta y establece la fecha límite. Escribir una meta es crear una dirección en la que movernos. Sin una meta iremos vagando sin rumbo sumidos en una dispersión, con las fuerzas desperdigadas, desenfocadas. Poner una fecha límite nos obliga a mantener nuestra atención en la misma dirección para seguir avanzando.
2. Divide tu meta en varias metas pequeñas. Cuanto más grande es tu meta o el cambio que pretendes crear, tanto más fácil que te sobrecargue. Por eso creando metas pequeñas hacemos que el camino sea más fácil y asequible.
3. Visualiza el futuro que quieres alcanzar. Trata de verte a ti mismo en el lugar deseado celebrando tus éxitos. Es muy importante porque realmente forma parte del camino. Incluso cuando nos movemos de un lugar a otro, por ejemplo dentro de una ciudad, siempre vemos (mentalmente) el lugar de nuestro destino., tenemos muy clara esta imagen y por eso llegamos sin dificultades al punto de destino.
4. Mantén tu miedo atado. El miedo es un poderoso sentimiento que puede retenernos en el lodazal de las excusas. Sin embargo, si tienes claro qué es lo que no quieres, puedes invertir el proceso, puedes hacer que esto trabaje para ti. En otras palabras, sabes a dónde no quieres llegar. Curiosamente eso ayuda, eso nos estimula, nos motiva.
5. Apóyate en un equipo o en la persona a la que tienes que rendir cuentas. Si creamos esa obligación de rendir cuentas ante alguna persona o nos apoyamos en cierto equipo humano necesariamente nos vemos obligados a estar atentos, presentes, a tratar de organizar nuestras acciones, a hacer lo necesario para alcanzar la meta. Realmente es un instrumento muy valioso.
6. Premia tu progreso. Establece un sistema de recompensas para celebrar tus progresos y pequeños éxitos a medida que van surgiendo. Eso nos alegra la vida y nos hace sentirnos más contentos y satisfechos lo cual refuerza nuestra intención de seguir adelante. A fin de cuentas todos pretendemos alcanzar cierta satisfacción como resultado de nuestras acciones. Si la conseguimos con cierta prontitud, nuestro caminar será más alegre y entusiasta.
7. Actúa con confianza todos los días. Empieza AHORA. El mejor momento es ahora. Comprométete a salir de la zona del confort al menos una vez al día. Trata de convertir lo que es incómodo en cómodo. Salir de la zona de confort no tiene que convertirse en una tortura. Es más bien explorar territorios desconocidos, convirtiéndolos en conocidos.

Aplica estas estrategias en tu vida diaria y verás como mejoras la eficacia de tus acciones, como vas avanzando hacia tus metas, sueños, viendo como se materializan tus deseos.

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